José Antonio MartÃn
Pendiente de elaboración.
José Antonio Martín, creador de Comunicación XXI, anfitrión de McLuhan y Eco en España.
Por Javier Martón-Domínguez. Publicado en El País, el 20 de diciembre de 2017.
Afrontar los proyectos con entusiasmo y rigor, aplicando una buena dosis de audacia, fue el secreto del éxito de José Antonio Martín para ser un adelantando en los nuevos retos que ofrecía el mundo de la comunicación en la década de los setenta. En esa época el campo de la publicidad era el que más capacidad de innovación ofrecía y esa fue su plataforma de crecimiento. La creatividad y el marketing eran los puntales de una nueva generación de actores de la comunicación que enhebraron sus energías con el nuevo panorama consumista de la España que se industrializaba. Pasado por Paris y con una buena base cultural, J. A. Martín Gonzalez siempre tuvo una mirada atentada a los fenómenos que venían de fuera. Terminaría siendo un gran anfitrión en España para Abraham Moles, Marshall McLuhan o el Umberto Eco de la semiótica, a través de la revista Comunicación XXI, una adelantada de los análisis de medios.
Creó Repress, una de las primeras empresas de controles de medios, el big data del momento, que terminaría siendo el embrión a través del que se implantaría en España la gran multinacional americana Nielsen, de la que fue su primer director en España. Su inquietud por explorar la influencia y el cambio en los medios le llevó a rodearse de las mentes mas inquietas en aquel mundo balbuciente del mass media. Así creó la revista ComunicaciónXXI, verdadera pionera en España de los análisis semióticos y de la comunicación. Muy adelantada a su tiempo, marco claros hitos, desde la publicación por entregas de la Historia de la Comunicación de Vázquez Montalbán al dossier McLuhan del año 75. El emblemático comunicador canadiense nos unió. Trabajé como redactor-jefe de la publicación que se hizo imprescindible en las nuevas Facultades de Ciencias de la Información, en compañía de Miguel Ángel Aguilar que se ocupaba de la sección de Periodismo. Y Domênez Font, finalmente decano de la Facultad de Bellaterra, era nuestro delegado en Cataluña.
Con un diseño conceptual y brillante de Alberto Corazón, y posteriormente de Javier Romero y el Grupo Barro, la revista rompió moldes y ofreció unos contenidos novedosos en el análisis del media, la publicidad, de las industrias culturales en general, y muy en particular el cine o la publicidad. Entre sus firmas estuvieron las de Román Gubern, Guillermo Luís Diaz-Plaja, Miquel de Moragas, Jorge Lozano, Aurelio Orensanz o Antonio Caro. Allí trabajaron Pablo del Rio, Gonzalo Goicoechea y otros destacados analistas del mundo de los medios. José Antonio supo combinar los adelantos técnicos y de concepto de la comunicación que venían sobre todo de Estados Unidos con las claves propias de un buen conocedor del mercado publicitario y de los medios españoles. Infatigable hasta el final, este mismo año asistimos juntos a la presentación en la Filmoteca de los análisis que Javier Mácua y el colectivo Marta Hernández hicieron para la revista y publicadas ahora como modelo pionero en el análisis fílmico. Recordamos la memorable noche en Madrid cuando Umberto Eco presento su Tratado de Semiótica General, que culminó viendo a la cupletista Olga Ramos. El libro se presentó en el Instituto Italiano de Cultura de la calle Mayor, y en la mesa nos encontrábamos Valeriano Bozal, Jorge Lozano y yo junto al erudito que alcanzaría la fama mundial unos años después con El nombre de la rosa. Eco era simpático y agudo, como buen profesor, que siempre tenía una mirada mas allá. En la cena que celebramos en uno de los reservados de La Taberna del Alabardero, junto al Real, la cuenta llego a la mesa en una caja, que no era habitual para la época donde la minuta se presentaba en un plato. “Ya veo el ritmo de inflación del país”, comento jocoso Umberto Eco, conocido ya por Apocalípticos e integrados y por el Diario mínimo.
Y tamicen protagonizó Jose Antonio la inolvidable comida con Marshall Macluhan en Barcelona, cuya transcripción para publicar en la revista sobre vicio de milagro ya que la grabadora acumuló un ruido eléctrico que casi la hacia inaudible,... Comunicación XXI se adelantó a la explosión del mundo de las comunicación, y José Antonio Martín fue, siempre con una sonrisa a flor de piel, el mecenas y el guía de aquella nueva vía. La aventura se mantuvo hasta el año 79, en el que yo viajé a Estados Unidos como corresponsal de Radio Nacional, y Jose Antonio decidió no seguir adelante. Años mas tarde yo le tentaba para abrir un medio similar, dado el éxito de la revista Wired. La idea le sedujo, pero consideraba que en el mercado español no existía aun aquella publicidad sobre tecnológicas, apps, telefonía, etc... que años después inundaría y dominaría los mercados. Efectivamente, ¡un adelantado a su tiempo!
Han sido cuarenta años de amistad, tras aquellos tiempos gloriosos de la revista. Un hombre genial, alegre, activo, y siempre un amigo. Cuanto cuesta despedirle.
Nota: José Antonio Martín falleció el pasado 15 de diciembre de 2017.