Centro de Documentación Publicitaria

PROTAGONISTAS

Miguel García Vizcaíno

En una profesión en la que no es difícil encontrar frustrados guionistas, periodistas, realizadores, escritores o artistas varios, reconforta saber que Miguel García Vizcaíno tenía claro desde niño que quería dedicarse a la publicidad.

Por eso estudió la carrera en la Universidad Complutense de Madrid y por eso se pasó la juventud devorando todo anuario y bobina que caía en sus manos. Junto con José Luis Esteo aprendió parte del oficio en los VHS de Cannes y en los One Show y British DAD. Así fue como descubrió los textos de David Abbott, Bill Bernbach o Phil Dusenberry.

Compatibilizó sus estudios ayudando a la familia en la venta de quesos de Burgos, lo cual indica ya que estamos hablando de un tipo situado en la cara menos glamourosa de la profesión.

Por suerte.

Miguel es de esos publicitarios que están a pie de calle, que hace que sus anuncios hablen como la gente para quienes van dirigidos, que se nutre de la realidad y cuenta historias que pueden ser o no reales, pero que te las crees.

Es un especialista en encontrar el "consumer insight", ese punto de contacto inexplorado entre marca y consumidor, el detonante interno, la motivación oculta que se consigue poniéndose en la piel de tu interlocutor y que hace que ante uno de sus anuncios el público final piense "qué bueno, eso me ha pasado a mí" y los publicitarios nos quedemos en el socorrido "qué cabrones".

Como es un tipo de calle, sabe ver una oportunidad en cuanto ésta gira la esquina. Cuando aún no había acabado la carrera, en una tarde de visita a La Banda de Agustín Medina se le planteó la posibilidad de hacer una campaña ficticia para El Corte Inglés. Un tiempo después la campaña era una realidad y él estaba trabajando para el cliente, donde en dos años y medio se hartó de escribir cientos de cuñas y decenas de spots.

Otra oportunidad volvió a pasar y montada en su grupa entró en Tiempo BBDO, donde estuvo 13 años firmando algunas de las campañas más importantes de nuestra historia reciente. Sus campañas para Pepsi, Renault o Retevisión le posicionaron como uno de los creativos más destacados del país. Y por primera vez una agencia española comenzó a exportar la creatividad al resto del mundo.

Su campaña para Renault "O te mueves o caducas" le dio la colleja que necesitaba para salir de la multinacional y comenzar, justo un año antes de la caída de las Torres Gemelas, el proyecto con Sra. Rushmore, un nombre extraído de un personaje de uno de sus anuncios de Pepsi.

En esta aventura le acompañaron Marta Rico y Roberto Lara. Y poco tiempo después había conseguido rodearse de su núcleo duro al incorporar a Eva Gutiérrez y César García.

Juntos han contado historias para marcas como Bocatta, Aquarius, Coca Cola, Flex, Mahou, PSOE, Telepizza, Telefónica, ING, MoviStar o El Corte Inglés. Su estilo ha sido muy imitado y muy criticado, sobre todo por las hordas de la corrección política y el buenismo, hasta tal punto que algunos de sus anuncios para Bocatta o LaSexta han tenido que ser eliminados de las pantallas por contar cosas tan de ciencia ficción como que el trabajo en el campo es duro o que la gente se vuelve loca con el fútbol. En fin, cosas que pasan en este país tan cachondo.

Sus anuncios no solo conectan con el público local y la prueba de ello es que desde Sra. Rushmore se lanzó al mundo la campaña de las Olimpiadas de Londres 2012.

Miguel García Vizcaíno se ha atrevido a contar historias de la Guerra Civil, de condenados a muerte, de bancos que dan buen rollo, de pueblos deshabitados, de plañideras portuguesas, de locos, de niños americanizados, de padres e hijos que ven juntos el fútbol o de madres que dan a luz en casa. Y las cuenta como nadie. Porque te las cuenta tal cual y cuando uno no tiene la sensación de que le están tomando por imbécil suele prestar más atención. Aunque sepa que es un anuncio.

Pero no solo las cuenta, sino que también las escucha. Sobre todo, cuando va conduciendo su coche y quienes están detrás hablando son sus hijos. Gracias a ellos han salido algunas de sus mejores campañas.

Sí, sí, la del Atlético de Madrid, por ejemplo, que un poco más y no aparece en el artículo.


Biografía realizada por Alfred Pavía en exclusiva para laistoriadelapublicidad.com. Alfred Pavía ocupa el puesto honorífico de Capitán de las Sardinas en Sapristi y es un admirador de Vizcaíno y su tropa desde que comenzó en esto del juntaletrismo publicitario, allá por el año 2000. Por esas fechas asistió a una clase sobre redacción publicitaria impartida por César García y decidió que él también quería contar esas cosas y de esa manera. Y desde entonces no ha dejado de seguir a la Sra. Rushmore, que ya le ha puesto varias denuncias por acoso y ha conseguido una orden de alejamiento. Pero ni por esas, tú.