Centro de Documentación Publicitaria

Historia de las marcas

NESTLÉ

1866 - 1905 Los orígenes de una gran empresa

Henri Nestlé nació en la ciudad alemana de Frankfurt el 10 de agosto de 1814. Con 29 años se trasladó a Suiza y se instaló como comerciante en la pequeña localidad de Vevey. Allí vendió mostaza, cereales y lámparas de petróleo, además de fundar una pequeña fábrica de gas que durante un tiempo proveyó de alumbrado público a la ciudad.

Emprendedor y apasionado por la investigación, Henri Nestlé comenzó a preocuparse por elaborar un producto alimenticio que ayudara a combatir la altísima mortalidad infantil de la época: uno de cada cinco niños suizos fallecía antes de cumplir el primer año de edad. Después de muchas pruebas, hacia 1866 consiguió una fórmula compuesta de leche, azúcar y harina de trigo, a la que bautizó como Harina Alimenticia primero y después como Harina Lacteada.

A partir de ese momento, Henri Nestlé abandonó todos sus proyectos para concentrarse en la elaboración del nuevo producto. El éxito fue prácticamente inmediato y en 1868 se lanzaba a conquistar el mercado internacional. En 1873 las ventas habían alcanzado los remotos mercados de ultramar y ascendían a medio millón de latas al año. Para entonces Henri Nestlé estaba próximo a cumplir los sesenta años y empezó a buscar comprador para su negocio. Finalmente, el 8 de marzo de 1875 firmaba el documento mediante el cual transfería la fábrica, la patente del producto, el nombre y el emblema del nido -que había creado inspirándose en el significado en alemán de su propio apellido-, a tres empresarios de Vevey: Jules Monnerat, Pierre-Samuel Roussy y Gustave Marquis.

Los nuevos propietarios iniciaron una activa política de expansión industrial. La empresa tuvo entonces que competir con la Anglo Swiss Condensed Milk Company, una compañía también suiza que había iniciado la fabricación de leche condensada, un producto conocido en los Estados Unidos desde 1856 por sus especiales propiedades de conservación.

Ambas compañías entraron en una dura y larga batalla comercial que desembocó a comienzos de 1905 en una fusión comercial que dio origen a la Nestlé & Anglo Swiss Condensed Milk Co. Nestlé aportó nueve centros de producción, cuatro en Suiza y cinco en el extranjero, incluyendo la recién inaugurada fábrica de La Penilla, en España. Henri Nestlé muere en 1890.

1905 - 1919 La Harina Lacteada llega a España

Pese al declive propiciado por la pérdida del comercio de Ultramar, a comienzos del siglo XX la provincia de Santander mantenía una variada actividad industrial que incluía la minería, la industria conservera propia de las poblaciones costeras y la ganadería de tipo lechero en las montañas del interior.

Fue precisamente esta tradición ganadera, unida a la existencia de unas estratégicas vías de comunicación, tanto marítimas como terrestres, lo que hizo de Santander el emplazamiento ideal para la instalación de la primera factoría de Nestlé en España. Tras un exhaustivo estudio, se adquirieron unos terrenos cercanos a la estación de ferrocarril de la localidad santanderina de La Penilla. La construcción se inició en 1904 y en marzo de 1905 salía de la fábrica el primer bote de Harina Lacteada.

El producto no era nuevo en España. Curiosamente, los agentes de Nestlé en Londres buscaron en Jerez sus primeros representantes en España, puesto que la zona les resultaba conocida por el comercio de los reputados vinos de la región.

Los primeros años no fueron fáciles para la plantilla inicial de la empresa, un equipo de treinta personas encabezado por Lorenzo Pfersich Wüscher. La desconfianza de los ganaderos de la zona tuvo que ser superada mediante escrupulosos pagos al contado a los proveedores. Para verificar la calidad de la leche, el propio director de fábrica se desplazaba personalmente a las pequeñas explotaciones ganaderas locales.

Poco a poco, la desconfianza inicial dio paso a un clima de entendimiento y colaboración, que redundaría en innumerables aportaciones de Nestlé a la zona, entre las que destaca la creación del Servicio de Fomento Agropecuario en 1956.

En apenas diez años la fábrica de La Penilla duplicó su capacidad de producción, pasando de los 140.000 litros de leche que procesó en su primer año a los 374.000 de 1914. Paralelamente, en 1910 se inició también la producción de leche condensada La Lechera. A finales de la década, ya se procesaban ocho millones y medio de litros de leche al año.

1920 - 1929 Comienza la producción de chocolate

Quince años después de la inauguración de la fábrica de La Penilla, y con una presencia ya consolidada en España, se constituyó oficialmente la Sociedad Nestlé, Anónima Española de Productos Alimenticios (AEPA), con domicilio social en el número 41 de la Vía Layetana de Barcelona.

Se establecieron delegaciones en Madrid, Santander, Valencia, Sevilla y Bilbao, y las diversas visitas que Alfonso XIII y la familia real española realizaron a La Penilla en el curso de aquella década dieron como resultado que el 1 de septiembre de 1927 Nestlé revalidara su título de "Proveedora oficial de la Real Casa", mediante el cual se le autorizaba al uso del escudo de armas de la Casa Real en las facturas y etiquetas de sus productos.

En ese mismo periodo, Nestlé puso en marcha grandes campañas promocionales. La primera experiencia en este sentido tuvo lugar en 1920 y consistió en canjear etiquetas de los productos Nestlé por participaciones para la Lotería de Navidad de aquel año. La iniciativa se saldó con gran éxito de público e incluso con fortuna, porque tres de los números repartidos fueron agraciados. Para la consolidación de la imagen pública de Nestlé fue también fundamental una activa política de publicaciones que se materializó en folletos, almanaques y, un poco más adelante, en los populares álbumes de cromos.

De 1923 data el primer almanaque de Nestlé, titulado "Harina Nestlé hace a los niños fuertes". El gran artista gráfico Rafael de Penagos ilustró íntegramente la publicación correspondiente al año 1928.

Para entonces, la fábrica de La Penilla había abierto su nueva línea de producción de chocolates en el marco de la segunda gran fusión comercial de Nestlé.

La razón por la que una empresa láctea se interesó por los productos basados en el cacao tiene su origen en 1875 cuando Daniel Peter, amigo de Henri Nestlé, crea por primera vez el chocolate con leche. Aquel invento, también revolucionario en su género, marcó el comienzo de otra floreciente industria de alcance mundial. En 1904 sus fabricantes llegaron a un acuerdo de colaboración con Nestlé, fruto del cual la firma de Vevey se responsabilizaba de la distribución del producto en el mercado internacional. A partir de ese momento, los chocolates del grupo comenzaron a comercializarse en España, donde alcanzaron enseguida una gran aceptación.

El 1 de enero de 1929, Nestlé y Chocolats Suisses S.A. alcanzaron la fusión definitiva, que dio como resultado una nueva sociedad con trece centros de producción de chocolate en todo el mundo, entre los cuales se encontraba el de La Penilla. La inauguración oficial de la nueva línea de producción estuvo a cargo del infante Don Jaime de Borbón. Nestlé abría así otro capítulo en su historia.

1930 - 1949 Los años de la posguerra

Durante esos años España vivía momentos inciertos. No obstante, el crecimiento de Nestlé se mantenía a un ritmo sostenido. En 1930, tiene lugar la fusión con la Sociedad Lechera Montañesa, empresa que había ofrecido una dura competencia desde 1926 comercializando su propia leche condensada y su harina lacteada.

La lista de productos lácteos destinados a la alimentación infantil se incrementó de forma considerable como consecuencia de los esfuerzos realizados por los especialistas de Nestlé en directa colaboración con médicos y pediatras, a fin de perfeccionar la formulación de las especialidades. En 1944, en plena posguerra, tuvo lugar de la definitiva implantación del más conocido de estos productos, la leche en polvo Pelargón, que marcó a toda una generación de españoles.

Esta incesante actividad determinó también la necesidad de disponer de más espacio para las funciones administrativas, de tal modo que se encargó la construcción de una nueva sede. El edificio se levantó, en 1935, en la céntrica calle Aragón de Barcelona, donde todavía hoy se mantiene en pie con algunas modificaciones. Sin embargo, la sede no pudo ser utilizada hasta el final de la contienda civil española.

Todos esos avatares, agravados por la Segunda Guerra Mundial, se superaron gracias a la solidez de los principios éticos de la Compañía y al compromiso y trabajo en equipo de todos los empleados. En esas circunstancias, Nestlé emprendió la apertura de nuevos centros de producción: una fábrica en Pontecesures, Pontevedra, en 1939; otra en Olot, Girona en 1940, fruto de la incorporación al grupo de Granja Soldevila, y una tercera en Palma en 1943, tras la integración de Industrial Lechera de Mallorca.

En aquella época, Nestlé llevó a cabo originales propuestas en materia de comunicación, como los populares autómatas que habían llegado al país con motivo de las exposiciones de Barcelona y Sevilla de 1929, y los vehículos publicitarios, que llevaban a toda la geografía nacional el mensaje de los productos Nestlé durante los difíciles años de la posguerra.

1950 - 1959 El café soluble y los concursos radiofónicos

Poco a poco la economía española iba dando muestras de una ligera mejoría y con la llegada de la nueva década aparecen las primeras medidas liberalizadoras. Sin embargo los años de racionamiento y las restricciones a la importación de materias primas habían hecho mella en algunos de los productos estratégicos de Nestlé. En consecuencia la compañía se enfrentaba a un difícil reto el día en que la prensa anunció a los consumidores la noticia de que La Lechera había vuelto y que el producto, ahora en envase de vidrio por la escasez de hojalata, podía por fin "adquirirse libremente en todos los comercios".

Muy pronto la leche condensada iba a encontrar en Nescafé un poderoso aliado para su recuperación. El nuevo producto llegaría procedente de una reciente invención surgida de los laboratorios de Vevey.

En 1930 el Instituto Brasileño del Café solicitó ayuda a Nestlé para el desarrollo de unos "cubitos de café" que pudieran disolverse fácilmente en agua caliente, pero manteniendo todo el aroma del producto. Así, Brasil esperaba encontrar una solución a los excedentes de su producción cafetera, evitando a su vez la caída de precios en el mercado internacional.

En la primavera de 1937, Nestlé dio con la fórmula adecuada, aunque en forma de polvo soluble: había nacido Nescafé. Nestlé había conseguido escribir un nuevo capítulo en la historia de la alimentación con el desarrollo del primer café soluble e instantáneo del mundo. Las limitaciones de la producción inicial y la proximidad de la Segunda Guerra Mundial condicionaron el lanzamiento inicial del producto. En particular, España tuvo que esperar más de quince años para que llegara a sus hogares.

Nescafé comenzó a fabricarse en La Penilla en 1945, pero con destino exclusivo a Marruecos y las colonias españolas en África. Esta restrictiva situación se mantuvo hasta 1954, momento a partir del cual Nescafé y La Lechera formaron una perfecta combinación que supo llegar a todos los hogares españoles, sobre todo a través de las ondas radiofónicas.

Protagonista de la vida española en este período de recuperación, la radio se convirtió en una poderosa aliada para Nestlé. Gracias a ella alcanzarían una extraordinaria difusión los Grandes Concursos de La Lechera de 1952 y 1955 -iniciativas pensadas para apoyar el regreso del producto al mercado-, mientras que el nombre de Nestlé patrocinó programas tan conocidos como La baraja musical, Vosotras, Teatro Breve o Café y Concierto. A mediados de esta década, regresa una de las promociones más entrañables, los álbumes de cromos que, asociados a los chocolates, habían comenzado a editarse en 1929.

1960 - 1969 Amplia oferta de productos y el salto a la televisión

Llegan los años sesenta y, a medida que la sociedad española avanza hacia la modernidad, Nestlé crece a través de la apuesta por una presencia integral en todos los hogares.

En este objetivo desempeñó un papel fundamental la unión con otro especialista de la alimentación, una empresa con una historia paralela a la de Nestlé. Maggi también debía su nombre al hombre que la había inspirado, Julius Maggi, cuyo objetivo fue desarrollar un producto alimenticio de fácil preparación que contribuyese a mejorar la nutrición de las familias en un momento en el que las mujeres comenzaban a integrarse masivamente al mundo laboral. El primer resultado fueron unas harinas de legumbres que dieron paso, en 1889, a un extenso surtido de sopas y, en 1908, al histórico cubito de caldo concentrado.

Muy pronto estos productos llegaron al mercado español y la marca empezó a vivir una etapa de esplendor en nuestro país. La Guerra Civil, sin embargo, abriría un largo paréntesis en la distribución de Maggi en España, que se cerraría en 1947, cuando ambas empresas se unen dando lugar a la creación de Nestlé Alimentaria SA. En 1963 se pone en marcha la fábrica de Valladolid, que primero permitió la elaboración de los caldos de pollo y de carne, y más tarde del puré de patatas en copos, las sopas y las cremas.

Con el objetivo de estar presente en todos los sectores de la alimentación, Nestlé no podía olvidar sus orígenes íntimamente ligados a los productos derivados de la leche y dirigió sus pasos hacia el sector de los helados en 1963. Tras un proceso de modernización de sus instalaciones y la construcción de una moderna fábrica en Viladecans (Barcelona), la marca Camy irrumpió en el mercado con una amplia gama de especialidades. Nestlé consiguió que un producto percibido como una solución para el calor veraniego, se convirtiera en un postre para todo el año. En los años siguientes se inauguró un nuevo centro de producción en Guadalajara y en 1995, con la adquisición del Grupo Conelsa, se sumaron las marcas Miko y Avidesa. Finalmente, en 2004 todas estas denominaciones se fusionarían bajo una sola, Helados Nestlé.

Nestlé continuó ampliando sus actividades. Buen ejemplo de ello fue la puesta en marcha en 1966 de la línea Food Services destinada a ofrecer formatos y especialidades a colectividades en una España en la que acababa de estallar el boom turístico.

El sector del chocolate también ganó nuevas especialidades, como Crunch o Milkybar. Destacó la aparición de Nesquik, un nuevo producto con la característica de disolverse al instante tanto en leche caliente como fría.

Pero lo más significativo, sin duda, fue el hecho que todas estas novedades iban a encontrar su mejor carta de presentación en la televisión. Nescafé patrocinó programas concurso como X-O da dinero... y Nescafé lo paga; Esta es su vida y Ayer noticia, hoy dinero, que abrieron el camino para que Maggi, Camy y los chocolates Nestlé llegaran a la pequeña pantalla.

1970 - 1979 Llegan los ultracongelados

La década de los 70 dio comienzo con la llegada a España de los ultracongelados, un sector de gran futuro en una sociedad en la que el trabajo doméstico cada vez ocupaba menos tiempo en la vida de las mujeres. De esta forma, Nestlé apostaba una vez más por llevar a los consumidores un producto que permitía conservar el sabor, consistencia y valor nutritivo de los alimentos y que, al mismo tiempo, facilitaba su preparación en unos pocos minutos.

El lanzamiento inicial de la nueva gama se realizó a través de nueve productos elaborados a base de pescado. Más tarde se añadirían las verduras, las carnes y los platos preparados, que hoy constituyen el eje central de una oferta que ahora se presenta ante los consumidores bajo la marca La Cocinera.

Los años setenta depararon también la incorporación plena a Nestlé de la sociedad francesa Chambourcy y las especialidades lácteas refrigeradas, postres, quesos frescos, mantequilla y yogures. Esta gama -comercializada primero como Chamburcy y, desde 1996, bajo la marca Nestlé-, lanzó después nuevas marcas como los flanes Flanby y las cremas con nata Dalky. La incorporación en España de la sociedad Massanés y Grau S.A. añadió a la oferta de Nestlé el queso Flor de Esgueva, una de sus referencias con más solera, y la de la S.A. de Industrias y Derivados Alimenticios trajo consigo la incorporación de Eko, un compuesto de cereales para tomar con leche.

En 1972 el sector del chocolate se enriqueció gracias a la Caja Roja, una nueva presentación para los bombones Nestlé que reunía calidad, buen gusto y sabor. De ese modo se conseguía que un producto hasta entonces considerado "de lujo" fuera para todos y pasara a consumirse por el placer de hacerlo. Desde entonces, Nestlé ha ido ofreciendo a los consumidores año tras año nuevos diseños de este ya emblemático envase.

Los alimentos infantiles, por su parte, continuaron su ritmo de crecimiento gracias a productos cada vez más perfeccionados y adaptados a las necesidades del bebé: en 1970 llegaron los Tarritos Nestlé, y más tarde, los zumos de frutas y las papillas de cereales -modernas sucesoras de la Harina Lacteada-, tratadas con un proceso de hidrolización enzimática que supuso un gran avance en el mundo de la nutrición infantil.

Nescafé tampoco fue ajeno a esta política de innovaciones. En 1971 incorporó a sus procesos de producción la liofilización, un sofisticado proceso que permitía garantizar la conservación de todo el aroma y el sabor original del café. Utilizada inicialmente para el lanzamiento de Nescafé Oro, se aplicaría años más tarde a nuevas referencias como Nescafé Solo o los selectos Nescafé Alta Rica y Puro Colombia. La década que cerró con otra novedad en el mercado español de cafés, la entrada de Nestlé en el sector del café en grano de la mano de Bonka en 1979.

Definitivamente, la empresa entraba en una nueva etapa de su historia y en 1976 estrenó sede en un edificio de nueva planta, situado en el municipio barcelonés de Esplugues de Llobregat. Apenas siete años más tarde, dio comienzo la construcción de una ampliación de aquellas instalaciones. Nestlé se preparaba para afrontar los retos del último tercio del siglo XX.

1980 - 1989 La cultura de los cereales para el desayuno

En la década de los ochenta, hacen su aparición nuevos productos que responden a las necesidades planteadas por una sociedad que da prioridad a la calidad de los alimentos, pero también a la rapidez y a la facilidad en su preparación.

En esta década se pone en marcha en la fábrica de La Penilla una nueva línea de producción dedicada a los cereales para el desayuno, una comida a la que, en aquel momento, no se prestaba la adecuada atención. Las primeras referencias de esta gama en el mercado fueron Maíz en copos, Copos de oro, Estrellitas con miel y Chocapic.

Una importante campaña de sensibilización en torno a este tema, bajo el título de ¡Buenos días, desayuno!, procuraría concienciar a los consumidores sobre la importancia del desayuno para iniciar bien la jornada. A principios de los noventa, un acuerdo con la sociedad americana General Mills, que dio pie a la constitución de la empresa mixta Cereal Partners Worldwide -Cereal Partners España, en nuestro país- permitió la aparición de nuevas variedades, como Golden Grahams y Cheerios.

En 1985, y tras formalizarse la adquisición de Carnation Co., una empresa estadounidense con más de ochenta y cinco años de existencia, Nestlé pasó también a tener presencia en el negocio de los alimentos para mascotas a través de la marca Friskies. La compra de la división Spillers Petfoods de Dalgety, en 1998, y especialmente la de Ralston Purina, en 2001, convirtieron a Nestlé en el líder mundial de alimentos para mascotas. En 2003, Friskies España cambia su razón social por la de Nestlé PetCare España S.A.

También en el 85 se incorporan las especialidades culinarias Solís y de la marca de conservas Litoral, y con ellas las salsas de tomate y las recetas tradicionales de la cocina española. Tres años más tarde, la línea de culinarios se enriquecerá con sabores de la auténtica cocina italiana -pastas, salsas y pizzas- de la mano de Buitoni, una empresa de tradición casi bicentenaria fundada en Sansepolcro, Arezzo (Italia), en 1827 por la legendaria Mamma Buitoni.

En la línea de chocolates, la gama de productos de Nestlé se amplió con las aportaciones de otra firma que acababa de sumarse al Grupo, la británica Rowntree, responsable de la elaboración de After Eight, Smarties, Lion, Quality Street, Nuts, Polo y del ya clásico Kit Kat, relacionado desde entonces con una pausa en cualquier actividad.

1990 - 2007 La entrada en el mundo de las aguas embotelladas

El mundo entra en la recta final del siglo XX. Los nuevos consumidores, más informados que nunca, no sólo buscan calidad, rapidez o comodidad en los platos que llevan a su mesa. Ahora también se preocupan por una adecuada y correcta nutrición.

Una buena hidratación se erige en parte consustancial de una dieta equilibrada. El interés de Nestlé por el ámbito de las aguas embotelladas no era nuevo, pero será la adquisición del grupo Perrier en 1992, lo que le conferirá el liderazgo mundial del mercado de las aguas envasadas. En España, la compra de Perrier integró la sociedad Eycam-Perrier S.A., que comercializaba las marcas Viladrau, San Narciso e Imperial. En 2000 tuvo lugar el lanzamiento de Nestlé Aquarel, marca paneuropea embotellada en manantiales seleccionados de España, Bélgica, Francia, Alemania, Hungría y Polonia. Finalmente, en 2001 se cambió su razón social por la de Nestlé Waters España SA y en junio de 2004 se inauguraba un nuevo centro de producción, específico para Nestlé Aquarel, en Herrera del Duque (Badajoz).

El cuidado del cuerpo, cada vez más presente en las prioridades de los consumidores, ha sido también una exigencia clave para el desarrollo de productos no sólo bajos en calorías, sino capaces de aportar beneficios añadidos al organismo. Nestlé ya había introducido la marca Sveltesse a principios de los años ochenta, con una extensa gama de productos lácteos desnatados. En este periodo volvió a adelantarse con LC1, una línea innovadora de leches fermentadas, ricas en un fermento láctico conocido como Lactobacilo Acidófilo 1. Nestlé sería pionera de una revolucionaria tecnología que hoy día ha adquirido un extraordinario auge.

El siglo XX llega a su fin. Cinco años antes, en 1995, Nestlé cambió la denominación que la identificaba desde 1920 para transformarse en Nestlé España S.A.

Una de las más recientes apuestas de Nestlé ha sido su entrada en el mundo de la nutrición clínica a través del desarrollo de productos pensados para hacer frente a las necesidades de aquellos pacientes con requerimientos específicos de alimentación. La experiencia de Nestlé ha permitido desarrollar soluciones que mejoran la textura y el sabor de los productos farmacéuticos manteniendo su eficacia y contribuyendo así a garantizar el cumplimiento de la prescripción médica.

De esta forma, la sociedad que hace cien años comenzó su andadura elaborando un único producto, una papilla para lactantes, puede enorgullecerse de ser una empresa de alimentación en el más amplio sentido de la palabra. Una empresa que, además, ha sabido encontrar nuevas formas de comunicación con los consumidores de la mano de las nuevas tecnologías. Desde 1997, la web corporativa de Nestlé (www.nestle.es) se ha convertido en la mejor herramienta para dar a conocer no sólo las últimas novedades en cuestión de productos, sino también ofrecer la más completa guía de nutrición para cada etapa de la vida.

Algunas fechas

-En 1866, Henri Nestlé crea la primera harina lacteada.
-En 1867, nace la empresa Nestlé con sede en Vevey (Suiza).
-Hacia 1873, la Harina Lacteada Nestlé llega a España a través de la importación.
-En 1905, se inaugura, en La Penilla de Cayón (Cantabria), la primera fábrica de Nestlé en España. En la primavera de ese año sale de la fábrica el primer bote de Harina Lacteada.
-En 1910, en pleno crecimiento socioeconómico en nuestro país, da comienzo la producción de la Leche Condensada La Lechera.
-En 1920, se funda la Sociedad Nestlé, Anónima Española de Productos Alimenticios, con sede en Barcelona.
-En 1928, da comienzo la producción de chocolates bajo las marcas Peter, Cailler y Kohler. Al año siguiente, nacen los Chocolates Nestlé.
-En 1944, se pone a la venta la primera leche infantil, Pelargón, un producto que marcará toda una época.
-En 1954, un año antes de que la televisión irrumpiera en España, Nestlé produce el primer bote del café más clásico: Nescafé.
-En la década de los 60, da comienzo la fabricación de los productos Culinarios Maggi y de los Helados Camy (hoy comercializados bajo la marca Nestlé).
-En 1971, empiezan a fabricarse los productos ultracongelados, actualmente en el mercado bajo la marca La Cocinera.
-En 1972, tiene lugar el lanzamiento de los productos refrigerados Nestlé y nace un clásico: la Caja Roja de bombones.
-Un año más tarde, en 1973, el queso Flor de Esgueva, una de sus referencias con más solera, se añade a la oferta de Nestlé.
-En 1979, Nestlé entra en el mercado del café tostado con Bonka.
-En 1981, nace la gama de productos desnatados Sveltesse.
-En 1984, aparecen los Cereales Nestlé para el desayuno.
-En 1985, Nestlé incorpora las salsas de tomate Solís, las recetas de Litoral y los alimentos para mascotas Friskies.
-En 1988, se produce la incorporación de productos Buitoni (pastas y salsas frescas) y Perugina (chocolates), y en 1989, la de Rowntree Mackintosh (chocolates y confitería), con especialidades como After Eight y KitKat.
-En 1990, tiene lugar la constitución de Productos del Café S.A., que agrupa las marcas La Estrella, Brasilia, Santa Cristina y Cafés 154.
-En 1992, Nestlé entra en el mercado español de aguas embotelladas.
-En 1995, tras la adquisición del Grupo Conelsa, Miko pasa a formar parte de la gama de helados.
-En 1999, tiene lugar la incorporación de los productos ultracongelados La Cocinera.
-En 2001, Nestlé entra en el mundo de la nutrición clínica con una gama de productos pensados para hacer frente a requerimientos específicos de alimentación. Ese mismo año, reafirma su voluntad innovadora rediseñando la imagen de la leche condensada La Lechera con "Sirvefácil", un nuevo y práctico envase.
-En 2003, las marcas de café gestionadas por Productos del Café S.A. se amplían con la compra de 3JP.

Fuente: Nesté en España. 1905-2007.