Marcas que buscan generar contenido y lo tienen delante suya sin verlo
La historia de una marca es una generadora inagotable de contenidos pero muy pocas le sacan provecho, poquísimas. Desde el Centro de Documentación Publicitaria, cuando las marcas nos encargan reconstruirles sus historias publicitarias porque por diversas razones no la conservaron, es el principal argumento que esgrimimos para su puesta en marcha: usen su historia. Ponemos a su disposición la digitalización de infinidad de piezas publicitarias que forman parte de su pasado, listas para volver a sacarles partido apenas tengan un mínimo de interés en ello. La creatividad tiene aquí un verdadero caladero de recursos. Contenido editorial, redes sociales, exposiciones… se unen a una fuente de información impresionante tanto para el departamento de marketing de la propia empresa como para sus agencias de publicidad. Y no, para nada resta modernidad ni actualidad a la marca. Ahí está como ejemplo Coca-Cola, camino que va de los 150 años, con una frescura inalcanzable, y constantemente recuperando su pasado publicitario.
Por eso, cuando marcas a las que les ayudamos desde el Centro de Documentación Publicitaria a recuperar su pasado publicitario, lo utilizan como herramienta de su comunicación, no sólo nos alegra sino que refuerza nuestra fe ciega en el poder que tiene la historia de la publicidad como contenido, ahora precisamente que las marcas están como locas buscando ideas para crear dicho contenido, sin darse cuenta que tienen una fuente mucho más cerca de lo que creen. Hace unos meses estuvimos trabajando para Abanderado, legendaria marca de ropa interior que cumplía un feliz 50 aniversario. Y esta mañana nos hemos encontrado con este maravilloso reportaje https://www.revistavanityfair.es/articulos/abanderado-historia-camiseta-calzoncillo publicado en Vanity Fair, nutrido de numerosos materiales que pudimos recuperar para la marca. Una vez más, el pasado traído al presente, puesto en valor, fortaleciendo un territorio de marca con la propia historia de la misma, ¿no es maravilloso?