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Modernidad en la publicidad de Ron Oro

Jaime Ferrà Pujol abrió un alambique para fabricar aguardiente y licor a escala industrial en la localidad mallorquina de Llubí en el año 1880. El nombre popular de la empresa era “Can Laro”. Su hermano Rafel Ferrà abrió otro alambique. Los dos hermanos provenían de Puigpunyent y las dos empresas cerraron en 1931.

Los propietarios de estas fábricas realizaban todo el sistema de fabricación, comercialización, repartición y publicidad.

Este artículo se centra en la publicidad que Jaime Ferrà Pujol publicó en la revista “Foch y Fum” durante el año 1923.

Los licores que producía el alambique de Jaime Ferrà, elaborados con alcohol puro de vino,  eran: Anís Pastora, Licor Salud, Estomacal David, Cognac del Buzo, Palo Ferrà, Anis Ferrà, Anís Volcán, Anís Cazador y el licor estrella “Ron Oro”, cuya patente, al cerrar la empresa, compró la destilería Bestard de Inca.

Sabemos, aunque no tenemos material para demostrarlo, la diversidad de soportes publicitarios que realizó Jaime Ferrà Pujol. Carteles pintados a mano de gran tamaño; un  camión de reparto rotulado; glosas recitadas al público directamente y que alababan las virtudes medicinales y el enriquecimiento de valores humanos cuando se bebían estos licores; y la promoción personal que realizaba Antonio Ferrà Cifre, único representante de la licorería e hijo del dueño, recorriendo bares, tiendas, estancos y otros negocios por todos los rincones de la isla.

En la revista “Foch i Fum” la publicidad aparecía en forma de glosa y solo para el Ron Oro. La glosa mallorquina viene de una tradición popular; se recitaba en fiestas religiosas y civiles, familiares y, sobretodo, en las tabernas. Era común que un glosador empezase un tema y otros fueran añadiéndose; incluso se realizaban combates verbales de glosadores.

El total de glosas, una por revista, asciende a 54. Los temas esenciales: el dueño de la fábrica es un patriarca, un rey, una persona honesta, reconocida popularmente, que sale fotografiado en la botella (Jaime Ferrà); únicamente tiene un representante su hijo (Antonio Ferrà), la botella de Ron Oro tiene muchos imitadores; se ha de comprar la original que es estéticamente de gran belleza: cordada, lacada y con la foto; el Ron Oro tiene, sobretodo, facultades curativas: resfriados, dolores de cabeza, de estómago, de corazón, reumas; el Ron Oro alarga la vida; el Ron Oro sirve para conquistar a la mujer amada, para conseguir la paz familiar e incluso mundial. Es un ron que ayuda a la socialización: es de pobres, ricos, musulmanes, católicos, ciudadanos, campesinos, hombres, mujeres, jóvenes, viejos...

La publicidad de Ron Oro realizada en 1923 nos revela dos datos importantes. En un momento histórico en el que el transporte principal es el carro con caballos. Jaime Ferrà compra un camión para repartir, siendo la admiración de toda la gente en la capital, Palma, y en los pueblos. La segunda es la gran implantación que tiene el Ron Oro en la isla, llega a todos los rincones, pero sobretodo se vende en Palma.

La publicidad en las glosas no sólo hace mella en el consumidor con los temas citados anteriormente. Mediante estas y de forma satírica, se opina sobre las costumbres, hechos políticos y sociales para conseguir la simpatía de los posibles compradores del producto. En cuanto a costumbres, las glosas editadas en el tiempo de Navidad, Carnaval, Cuaresma y Pascua hacen referencia a las tradiciones festivas y gastronómicas. De política se opina sobre un personaje, el Barón Rojo, de la primera guerra mundial, de las elecciones generales de 1923 en las que ganaron los liberales, las elecciones americanas, la guerra del Rif, el Orfeó Català y la política regionalista. Se opina sobre cultura, siempre teniendo presente la bebida de Ron Oro, sobre las estatuas de Palma, se citan los nombres de bares de Palma, se caricaturiza la representación teatral de 1 de noviembre de Don Juan Tenorio. En las glosas,  no podemos obviar la aparición de personajes propios del teatro costumbrista de la época: las peleas matrimoniales, los nombres poco comunes (Teófilo), los problemas con la suegra, las borracheras que con Ron Oro no son tales, las discusiones entre amigos, la conquista de la mujer...

Como punto final demostrar que Jaime Ferrà Pujol con el Ron Oro, en 1923, fue un pionero en la creación de publicidad , que no tuvo ningún temor en realizar una gran inversión económica y en  modernizar medios, cuando a partir de junio de 1923 ligó toda su publicidad al sorteo de un coche Ford. El sorteo estaría ligado al número de la Lotería Nacional de Navidad y el medio sería dar un boleto con un número que se daría a cada comprador de una Botella acordonada de Ron Oro.

Este artículo ha sido escrito por Joana Maria Ferrà Cantera, para el Centro de Documentación Publicitaria.

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