Centro de Documentación Publicitaria

PROTAGONISTAS

Michel Malka

1943 – 28 de marzo de 2020

Michel nació en Casablanca, donde estudió así como en París.

Michel fue un fotógrafo publicitario. Y también un excelente realizador publicitario. Contribuyó de una manera crucial para que la publicidad española llegará donde llegó en la década de los ochenta y noventa, aunque su humildad ni de asomo le habría permitido pensar en ello. Pero por encima de todo, Michel fue un artesano de la imagen como nunca antes lo hubo. Y no, artesano no en el sentido genérico de la palabra y a menudo recurrente de la generación de publicitarios con los que trabajó, no, artesano en el sentido más primario, porque Michel era capaz de construir aparatos y desarrollar métodos de una manera manual, tan efectivos, que el trabajo creativo final llegaba a cotas poco exploradas hasta entonces. Su taller, porque así había que definirlo, se acercaba más a un laboratorio que a un plató. Pocos cosas le entusiasmaban tanto como las ferreterías, perdiéndose entre sus anaqueles en búsqueda de herramientas que luego sirvieran para ese encargo tan especial que había recibido. Cuenta su gran amigo José Luis Zamorano, que cuando se iban de rodaje a una ciudad nueva, procuraban poner en práctica un pacto que tenían entre ellos: disponer de tiempo para que el primero pudiera irse de ferreterías y el segundo, de anticuarios. Michel fue un investigador nato, un innovador, ¡un inventor de lo imposible! Pero no solo creaba de una manera sublime, también dirigía magníficamente; tenían un don especial para marcar las pautas de los modelos, actores o actrices a la hora de grabar un spot.

Sus trabajos fueron constantemente reconocidos aquí dentro y ahí fuera. Quedan grabadas para el imaginario publicitario, imágenes de productos como el yogurt o la colonia, la ensoñación del movimiento de ambos productos, que se alejaba del componente publicitario y asaltaban escenarios cercanos a la poesía visual. Asomarse a un frasco de Loewe, por ejemplo, era toda una experiencia.

Fundó Nada Films junto a Javier Gordillo. Nada Films: una de las productoras más importantes de la historia de la publicidad española. De ahí salieron piezas inolvidables, muchas junto a José Luis Zamorano, su hermano profesional durante más de 30 años, con el que haría piezas míticas para La Casera o la citada Loewe. Zamorano y Malka, la comunión perfecta, se conocieron a finales de los setenta, cuando el primero estaba en Tándem, agencia que fundó junto a otros célebres publicitarios, y el segundo comenzaba a abrirse camino en la profesión como fotógrafo. Fontecelta sería la marca que provocaría el nacimiento de una amistad y de una pareja clave para la historia de la publicidad en España. José Luis llegó a decir de ellos: Éramos como un centauro.

También hizo sus pinitos en el cine, dirigiendo la fotografía en películas como Aquí huele a muerto y El Robobo de la Jojoya, ambas el director Álvaro Sáez de Heredia. Como espectador, era un disfrutón, devorando cine y más cine, e intercambiando impresiones de cada una de las películas con su amigo Zamora.

En sus últimos años, le llegó el reconocimiento a su trayectoria profesional. En 2006 y junto a su inseparable Zamorano, el Club de Creativos le distingue con su CdeC de honor en la primera edición de estos premios. En 2013, la Academia de la Publicidad le nombró Académico de Honor. Humilde como pocos en una profesión que alimenta egos de manera desmedida, a menudo decía que él solo era un carpintero o electricista que fabricaba cosas para hacer anuncios.

Nescafé, Canal+ o las citadas Loewe y La Casera. Imposible conocer la historia de estas marcas sin acordarse en algún momento de Michel y su contribución en el desarrollo de las mismas.

En 2020 murió a causa de la COVID-19.

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