Centro de Documentación Publicitaria

BLOG

Un paseo por los anuncios más recordados de la publicidad española: Atún Calvo, claro (1979)

La empresa Calvo inició su andadura allá por el año 1940 en la localidad coruñesa de Carballo, cuando Luis Calvo Sanz comenzó a fabricar conservas de carne en una pequeña factoría de su propiedad. Algo más tarde, pasó a enlatar fabada y, finalmente, pescado.

La primera fabricación de pescado en conserva se produjo en 1942. El negocio ya había despegado cuando llegaron a la fábrica noticias sobre el atún claro. Calvo decidió envasar esta nueva especie de atún para el mercado español en un formato innovador: el redondo. Hasta ese momento, el atún se comercializaba en latas ovaladas.

En 1978 Calvo empezó a envasar el atún claro en el que es hoy el formato por excelencia: el pack de tres latas de 80 gramos. Ese mismo año la empresa incluso adquirió barcos de pesca y en la actualidad cuenta con una flota propia. Justo un año después, Calvo apostaría fuerte por la publicidad, produciendo los conocidos anuncios donde aparecen Jesús Puente y Juanjo Menéndez y convirtiéndose en la marca líder del sector conservero. Empezó así la trayectoria publicitaria de una de las marcas de alimentación más relevantes del panorama nacional.

Una agencia de publicidad como Ricardo Pérez Asociados, un buen producto, el uso del humor y dos hombres en aquella época hablando de alimentación sin un ama de casa por delante, fueron cruciales elementos para el éxito que obtuvo aquella histórica serie de spots de “Atún Calvo, claro”. Si a ello añadimos que los protagonistas eran dos caras conocidas, Jesús Puente y Juanjo Menéndez, mejor que mejor. Calvo pasó de la nada a ser líder de ventas en apenas unos meses, algo que, además de sorprendente, sirvió para desmentir ciertas ideas que tenemos los publicitarios, como que el verano no es buena época para hacer publicidad en televisión. Calvo lo hizo y triunfó.

En aquel momento Calvo era una marca apenas notoria, por lo que se hacía necesario elevar la misma a través de las acciones de comunicación de la empresa. De ahí que la campaña fuese tan “marquista”. Había que  poner aquel nombre en el oído y en la vista para ser plenamente reconocidos.

Lo primero lo consiguió el eslogan, “Atún Calvo, claro”; pura sencillez con marca incorporada. Fue asimilado inmediatamente por el público. Lo segundo requería dejar claro que había que decir Calvo, calvo como una bola de billar. Y también se consiguió con la pareja de actores; dos personajes famosos pero no tanto para no fagocitar el producto, como los de otras campañas que se ven hoy en día, tan mal planteadas.

-Este atún está muy bueno.

-Buenooo.

-Y da mucho de sí.

-Sííí.

-Y es atún claro.

-Claro.

-Y se llama Calvo.

-Claro.

-Atún claro Calvo.

-Claro.

-Claro.

Una auténtica conversación al estilo Tip y Coll.

Un tiempo después la pareja de actores tuvo sus desavenencias, fruto de las cuales Juanjo Menéndez fue sustituido por José Luis López Vázquez, tras el infructuoso intento de contratar al también actor José Sazatornil.

Las décadas han ido pasando y Calvo ha mantenido un excelente nivel en sus campañas. En 2007 realizaron una que recuperó con un carácter tremendamente novedoso el antiguo jingle publicitario, elemento que desgraciadamente ha ido cayendo en desuso por parte de las agencias de publicidad. Es el “sacatunn que pen que summum que tun”.

Fuente:

   

"Busque, compare y, si encuentra un libro mejor, ¡cómprelo!", escrito por Sergio Rodríguez y editado por Electa. Todo un viaje por los anuncios que se quedaron en la memoria colectiva. Puedes comprarlo AQUÍ.